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Morillas

¡Comestibles, pero bien cocidas!

Morchella, conocidas como colmenillas, cagarrias, morillas o múrgoles, son hongos ascomicetos comestibles, caracterizados por poseer ascocarpos de aspecto reticulado. Son muy apreciadas por los gourmets franceses y españoles.

Formadas por un tronco blanquinoso que sostiene un sombrero en forma esférica, redondeada u ovoide, de 6 a 10 cm de ancho, de color paja rosado o de la miel, con una forma característica semejante a un avispero. El tronco, que también está vacío, es blanquinoso. La carne es frágil y muy escasa y prácticamente inodora.


Ascosporas de la colmenilla.

La morilla es una de las especies comestibles de hongos que crecen en la Patagonia andina. El hongo en general es de color dorado-marrón con sombrero alargado, similar al árbol, con consistencia esponjosa.
Estos hongos son muy difíciles de hallar, pues se encuentran en forma aislada y es muy difícil distinguirlos a simple vista. Sólo con la vista aguda y experta de un buen recolector de hongos se logra hallarlos.
Las colmenillas no se pueden consumir en crudo por su toxicidad (contienen hemolisinas termolábiles (TLH), proteínas que rompen las membranas celulares de eritrocitos, leucocitos y plaquetas, y que se alteran o descomponen por acción del calor), según los expertos hay que combinar el secado y la cocción, así que si son frescas, primero deben secarse, después rehidratarse (desechando el agua) y a continuación cocinarse unos 30 minutos a una temperatura entre 70 y 90º C.
De esta manera constituyen un excelente comestible por su delicado sabor y aroma exquisito, especial para salsas y saborizar comidas.
y vale pico.